La ayuda de investigadores norteamericanos y el trabajo que ha adelantado el CTI de la Fiscalía servirán para que los hermanos Uribe Noguera respondan, si así lo determina la justicia, porque habrían incurrido en una conducta delictiva al ayudar a su hermano el día del crimen de Yuliana Samboní.
Desde que la niña fue asesinada, no han dejado de trabajar. Tienen claro que el 15 de marzo les imputarán cargos y continuará un capitulo que nunca se cerró a pesar de que Rafael Uribe Noguera esté en la cárcel. Ahora bien, la Fiscalía cuenta con grabaciones y videos de las cámaras aledañas al edificio Equus 66, y por donde se movilizó el asesino de la pequeña de 7 años.
Estos servirán para mostrar una cronología completa de lo que ocurrió realmente ese día y para revelar detalles desconocidos de la investigación. Por ejemplo, Rafael Uribe Noguera habría recibido a un distribuidor de drogas hacia las 8:30 a.m. y después de eso se dirigió al barrio Bosque Calderón en donde secuestro a Yuliana.
La Fiscalía también sabe la hora exacta en la que la pequeña murió e incluso Uribe Noguera habría salido del apartamento a cambiarse para borrar evidencias. Todo esto después de recibir un domicilio en el que compró aceite, alcohol y cigarrillos. Después de que el Gaula inicia la búsqueda aparecen los otros dos hermanos Uribe Noguera en la historia.
Aunque Francisco se reunió con la Policía cuando estaban buscando la niña, él mismo aseguró que su hermano era quien tenía la camioneta pero que no sabía dónde encontrar a su hermano. Sin embargo, se habría reunido con su hermana Catalina sabiendo que Rafael estaba escondido en su apartamento del Equus 66. De esta historia se conoce que Francisco entró al apartamento, y aunque habían dicho que no estaban allí y no habían estado con su hermano, se ve en las cámaras de seguridad del edificio que los tres salieron tranquilamente del inmueble hacía las 6:00 p.m.
La Fiscalía pondrá en duda el comportamiento de los hermanos Uribe Noguera ese día. Pues primero se dijo que Rafael y Francisco habrían salido por una urgencia médica a la Clínica Monserrat , pero las cámaras de seguridad los muestran en una actitud muy tranquila y no la de una persona que tiene una urgencia de ese tipo. De hecho, a Rafael Uribe Noguera se le ve sacando dos gaseosas de un dispensador.
Además, está el testimonio del taxista que los trasladó y quien aseguró que, aunque estaba distraído, no notó nada inusual o una reacción que se esperaría cuando alguien le confiesa a otra personas que asesinó y violó a la niña. Este relato ha sido contado por Franciso Uribe Noguera desde que inició el caso, en donde argumenta que su hermano, en voz baja, le confesó el crimen sentados en la parte de atrás de un taxi.
Lo único cierto por ahora es que los hermanos Uribe Noguera se encontrarán nuevamente ante la justicia el 15 de marzo en Paloquemao. Más detalles de los cargos y de las pruebas que imputarán las podrán encontrar en esta nota de la Revista Semana.