De los hogares de Chapinero no se considera pobre, según datos del Observatorio de Desarrollo Económico.
Mientras Mariana sale de su casa, ubicada en Rosales, en su bicicleta y se dirige a su trabajo, unas calles más abajo salen de un Sitp Jorge junto a su esposa y su pequeña de dos años.
Jorge vive en el barrio Bosques de Calderón y se traslada a diario desde los cerros orientales hasta la calle 72 con carrera 15 para trabajar en un restaurante, mientras su compañera hace manicure y puede tener a su hija en la peluquería. Por su lado, Mariana llega en 15 minutos a la 65 con 7, a su oficina, mientras planea el viaje de la próxima semana.
Jorge y Mariana, junto a sus familias, son el fiel reflejo de los contrastes que presenta una de las localidades más habitadas en Bogotá: Chapinero. El Observatorio de Desarrollo Económico presenta un porcentaje de pobreza del 2,4%, según datos obtenidos en el año 2014, en este sector; basándose en esa cifra, en esta localidad prácticamente no existe la miseria.
Sin embargo, barrios como el de Jorge, en donde la mayoría de sus habitantes tienen un nivel educativo básico, “su estratificación socieconómica es 1 y 2 con una alta vulnerabilidad debido a que está compuesto principalmente por mujeres cabezas de familia, niños y adolescentes. Además, una parte de esta población no cuenta con los recursos necesarios para acceder a educación y formación que les permita poder progresar”, según el informe compartido por el Instituto Colombiano de Aprendizaje, Incap.
Si bien el 93,9% de los hogares de Chapinero no se consideran pobres, hay excepciones como en el caso del barrio de Jorge en donde algunos de sus habitantes no acceden fácilmente a una educación básica. El mismo Observatorio de Desarrollo Económico señala que en la localidad el 2,2% de los hogares manifestaron tener algún miembro que por falta de dinero dejó de consumir alguna de las tres comidas uno o más días a la semana.
“En la localidad de Chapinero, el porcentaje de personas pobres por NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas) se ubicó en 2,4%, lo cual representa un incremento de 1,1 puntos porcentuales con respecto a 2011. Por su parte, la investigación muestra que no hay hogares miserables por NBI en esta localidad”, señalan las cifras del Observatorio.
Jorge madruga para llegar a tiempo a su lugar de trabajo, no tiene smartphone y no pudo terminar el colegio por distintas circunstancias. Él tiene claro en qué localidad habita, pero está seguro que vive en la parte en donde la abundancia es una de las más escasas y a veces vive con $20.000 diarios.
Mariana tiene otro tipo de dificultades. Sin embargo, el trabajo le da para darse algunos gustos y cuenta con una maestría que la llevará en pocos días a Buenos Aires; ella sabe que vive en una de las zonas más privilegiadas de Bogotá, pues todo le queda cerca y está feliz con su calidad de vida.
Si bien es cierto que en Chapinero el 93, 9% de los hogares no se considera pobre, el 6,1% restante podrían opinar todo lo contario. Aún así, el nivel y calidad de vida en esta localidad es una de las más altas después de Teusaquillo, y para aquellos que viven en barrios como el de Jorge se han implementado programas enfocados a la educación que permita mejorar sus condiciones.
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