Una situación que contribuía a la situación de inseguridad era el aumento de robos en el sistema TransMilenio, pero cifras del Centro de Estudios y Análisis de Convivencia y Seguridad Ciudadana demuestran que los articulados y estaciones son más seguros.
Entre enero y junio de 2016 se denunciaron 444 robos a los usuarios en estaciones del sistema y 320 hurtos a celulares; ambas cifras son 27% inferiores a las registradas en los primeros 6 meses de 2015.
Así mismo, los hurtos en articulados han disminuido aunque en menor medida: los hurtos a personas pasaron de 136 a 130, y los celulares robados disminuyeron de 79 a 68.
Cabe destacar un número mucho menor de denuncias por lesiones personales, que pasaron de 194 a 124 en el primer semestre.
La rueda de prensa que este miércoles realizó el alcalde Enrique Peñalosa junto con el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, para explicar cómo han cambiado las cifras de seguridad luego de la intervención del Bronx fue ampliamente rechazada por cientos de bogotanos.
Desde el 28 de mayo, cuando el área de Los Mártires fue intervenida y, sobre todo, en las últimas dos semanas con la crisis de los habitantes de calle en el caño Comuneros, sobre la calle Sexta, esta percepción de seguridad se ha incrementado de forma importante, aún cuando las cifras muestran una disminución del crimen.
Justamente, tanto Peñalosa como Villegas destacaron una reducción marcada de delitos como el homicidio. “Hay un descenso del homicidio del 7 por ciento, es decir, 66 vidas menos se han perdido, es una cifra muy importante”, dijo el jefe de la cartera de Defensa.
Otros delitos como el hurto a personas y los robos en el sistema TransMilenio también han disminuido (ver recuadro), lo que para Peñalosa se convirtió en un hecho de destacar a pesar del rechazo de los bogotanos y de una serie de hechos que se han convertido en un dolor de cabeza para la administración de Peñalosa.
Rechazo a los habitantes de calle
El movimiento de los habitantes de calle que se encontraban en áreas como el Bronx, San Bernardo y Cinco Huecos al caño de la Sexta se ha convertido en una situación que se ha salido incluso de la ciudad, en la que la población está tomando todas las medidas posibles para defenderse de la presunta amenaza de estas personas a su seguridad.
Las denuncias presentadas por la Personería el pasado martes que mencionan la posibilidad de que hayan desaparecido habitantes de calle y que se les estén dando alimentos envenenados han sido recogidas por el CTI de la Fiscalía, que podrían terminar en denuncias penales por intento de homicidio.
“La Policía Judicial va a confirmar si estas personas existían o no, si hacían parte del grupo de habitantes de calle, si es cierto que desaparecieron o si fue que se trasladaron a otro sitio”, afirmó la directora nacional de Fiscalías de Bogotá, Carmen Torres.
Habitantes de calle, parte del problema
Según el analista en seguridad Germán Cabrejo, la percepción de inseguridad de la ciudad se ha masificado por la gran cantidad de habitantes de calle que quedaron libres en el proceso del Bronx que, en su opinión, tuvo un componente preventivo que hizo falta.
«La acción de choque en el Bronx no llegó de la mano con medidas preventivas que hicieran frente a los grupos delincuenciales que se desplazaron de ahí. No hubo una identificación de zonas de dispersión de los «ganchos» después del Bronx, las acciones fueron reactivas», aseguró Cabrejo.
Si bien las cifras de delincuencia han disminuido, esta acción no diferencia los incrementos que se registran por la presencia de drogadicción y otros delitos que antes estaban focalizados en Los Mártires a zonas de estratos 3 y 4 como Veraguas o Santa Isabel, en las que la delincuencia era esporádica.
«La Administración Distrital no ha sabido afrontar problemas y fenómenos localizados. Estos van trasladándose y siguiendo un recorrido por rutas como el caño de la Calle Sexta, con lo que la idea no es que se afronta el problema sino que solo se mueve, haciendo que cada vez más gente se sienta insegura por temor a que el problema siga hacia sus casas», afirmó Cabrejo.
Así mismo, la falta de diferenciación entre un habitante de calle y un delincuente agrava la percepción de inseguridad. «Hay un amplio número de ciudadanos que pide cárcel para una persona por escarbar la basura. Esa falta de diferenciación hace mucho más difícil creer en las cifras cuando tiene mil personas en esta situación rondando por las calles y los puentes», concluyó el analista.