La muerte de Nicol Garzón, una niña de 10 años de Chía, todavía no se resuelve. Hasta el momento sigue catalogado como un suicidio, pues la pequeña se quitó la vida con los cordones de los tenis en el patio de su casa.
Todo apuntaba a que Nicol tenía miedo de decirle a sus papás que había perdido dos materias, estaba asustada porque sabía que le iban a pegar, según relatan personas cercanas a ellas a Salud Hernández, quien escribió para El Tiempo.
Nicol perdió educación física y español, eso la tenía preocupada y el día de la tragedia nadie notó lo que pasaba por la mente de la niña. Fue un día normal, según el relato, pues estuvo en clase de haciendo un dibujo que le habían pedido, pero fue la única que dibujó un cielo lleno de estrellas.
Sus compañeras luego dijeron que ella ya se sentía en el cielo. Al salir del colegio, se despidió de una de sus amigas diciéndole “Chao, compañera. Me despido porque de pronto no nos volvemos a ver”.
Después de eso, a las siete de la noche, y después de una larga búsqueda, su mamá encontró a Nicol en el patio de su casa luego de haberse ahorcado con unos cordones.
A Nicol la enterró la familia, ni profesores, ni amigos fueron al funeral porque así lo quisieron sus padres. Sin embargo, el misterio inició porque según sus progenitores a Nicol le hacían Bullying en el colegio, le decían gorda y por eso no la dejaron entrar al grupo de danza. Así lo dijo su madre.
Los padres de Nicol acusaron a la profesora de la pequeña, quien lleva once años en la docencia y cuenta con una reputación buena entre la comunidad escolar. Esta historia, que se presentó en la vereda de Yerbabuena, en Chía, aún es un misterio.
Nicol siempre decía que prefería estar sola y que su mamá le ponía más atención a sus otras hermanas. Todavía es materia de investigación el tema; los padres de Nicol han decidido no hablar.
Puede leer la historia completa y original acá.
