Luego de la intervención integral que lleva a cabo la Administración Distrital en el sector del Bronx, bandas criminales que operaban en esa zona vienen usando a los habitantes de la calle como ‘escudos’ humanos para atacar a la Fuerza Pública.
Así lo advirtió el subsecretario de Seguridad, Daniel Mejía, quien reveló que, según información de inteligencia, integrantes del llamado ‘gancho mosco’ les dieron bombas molotov a esas personas para generar disturbios en la Plaza España.
El ‘gancho mosco’ era una de las organizaciones criminales que controlaba el tráfico de drogas en el Bronx y que fue desmantelada tras la intervención.
Por su parte, el alcalde Enrique Peñalosa condenó enérgicamente que “personas en situación de vulnerabilidad estén siendo usadas por organizaciones criminales para intentar mantener su territorio”.
«Desde el sábado, la fuerza disponible de la Policía está en el área y controla la situación. Al mismo tiempo, desde el primer día, la Secretaría de Integración Social, de Salud, el Idipron y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) hacen presencia en la zona, protegiendo los derechos de las personas más vulnerables», informó el Distrito.
“Aquí habrá mano dura contra los criminales y oferta social para los más vulnerables, los menores explotados y los habitantes de la calle”, sostuvo Peñalosa
La calle del Bronx fue, por muchos años, un centro de delincuencia y drogadicción, a donde llegaban, incluso, menores de edad a pasar allá su tiempo, exponiéndose a la trata de personas y a la prostitución.
Con los operativos llevados a cabo este sábado, por la Policía, el Ejército y el CTI de la Fiscalía General de la Nación, el Distrito busca recuperar este punto de la ciudad. A ello se suman otras acciones con los que, de acuerdo con el alcalde, se busca restablecer los derechos de las poblaciones vulnerables.
El plan de acción
Atención Social y desplazamiento de consumidores a centros de atención y resocialización
Para ello, el Instituto de Protección de la Niñez y la Juventud inició con 289 jóvenes, entre 18 y 29 años, quienes serán llevados a Carmen de Apicalá (Tolima). La idea es tenerlos tres días alejados de las calles y del consumo de estupefacientes.
Este pilar también incluye la rehabilitación y atención de habitantes de la calle, cuyo proceso inició, de hecho, hace unos meses.
Limpieza e iluminación
Esto incluye recoger basura y demoler algunos inmuebles que, de acuerdo con la Alcaldía, amenazan ruina. Unos 80 predios podrían llegar a ser demolidos.
Las autoridades lograron establecer que en la zona las mafias controlaban la iluminación, ya que, si bien los bombillos funcionaban, se dieron cuenta que los interruptores centrales estaban desactivados.
“La Uaesp nos informó que el sábado, con sólo el 30 % de la limpieza, sacaron la cantidad de basura que produce un municipio de 10.000 habitantes en un mes”, afirmó Daniel Mejía, subsecretario de Seguridad.
Y añadió: “encontramos excrementos, jeringas, condones y muchos tarros de Frutiño, porque a los pelados les venden alcohol etílico mezclado con ese refresco”.
Seguridad
Otras 300 unidades judiciales se encargarán de custodiar la zona y, en caso de ser necesario, se aumentaría la cifra, de acuerdo con el compromiso hecho por la Subsecretaría de Seguridad de la capital.
Además, le solicitarán al Ejército apoyo en la zonas aledañas a su Dirección de Reclutamiento, cuya sede se encuentra a un costado del Parque del Voto Nacional.
Este pilar incluye la implementación de cámaras en el lugar, para reforzar la seguridad, aunque se trata de un plan a mediano plazo.
Retos
Este domingo, tras las operativos, centenares de personas que vivían en el Bronx, se enfrentaron a la Policía.
Los habitantes de la calle, que se encontraban en la Plaza España, en el centro de la capital, asaltaron comercios e incendiarios algunos árboles. Otros, incluso, lanzaron piedras y bombas molotov al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
Entre los diferentes hallazgos de las autoridades, el secretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejía, informó que encontraron un túnel en una vivienda que comunica con una bodega.Por ese túnel, los delincuentes transportaban droga, armas y personas sin ser descubiertos por la Policía.
Algunos de ellos protestaron ya que, además que quedaron sin vivienda, se les acabó el expendio de drogas en la zona. Este podría ser el más grande reto de la subsecretaría: acabar o controlar este tipo de negocios.
“La droga que queda debe estar en caletas, pero seguimos limpiando. A ellos es necesario atenderlos con programas de apoyo a corto plazo”, dice Mejía. Sin embargo es consciente que la intervención no significa el fin del expendio.