Bogotá

Peatonalización del centro impulsaría el turismo en Bogotá

Caminar por el centro de Bogotá es uno de los planes que más disfrutan los estudiantes, muchas familias que lo convierten en paseo dominguero y es, a su vez, el plan perfecto para un turista que quiere conocer la ciudad.

Y esto fue lo que demostró el estudio realizado por Andrés   Castillo, ingeniero civil de la Universidad Nacional, que concluyó que peatonalizar completamente esta zona de la ciudad impulsaría el turismo.

El ejercicio de priorización se realizó en el centro histórico de Bogotá (carreras 10 y 4 entre calles 7 y 26), usando la metodología DOT (Desarrollo Orientado al Transporte) -la misma que se aplicó en Buenos Aires-. En esta zona se identificaron tres grandes áreas: la zona sur (comprendida entre carreras 10 y 4, y las calles 7 y la avenida Jiménez), la cual concentra el área cultural e histórica de la ciudad.

La zona central (comprendida entre carreras 10 y 4, la avenida Jiménez y la calle 19) y la zona norte (comprendida entre carreras 10 y 4, y calles 19 y 26) que tienen un potencial de desarrollo inmobiliario para comercio, oficinas y residencias. 

El estudio encontró que en las carreras 4 y 9 se puede implementar un esquema de vías cuya prioridad sea el transporte público, para la circulación de rutas zonales (SITP). Para el resto de vías (con excepción de la carrera 7, calles 19 y 13), se debería implementar un esquema de corredores de tránsito compartido, en los que se reduzca las velocidades de circulación con medidas de “tráfico calmado”. 

Acá entrarían a jugar un papel importante los peatones, los biciusuarios y la cultura ciudadana, porque en algunos casos, y según lo proponen, tendrían que compartirse el espacio con vehículos como ambulancias o transporte público.

Beneficios

Como se comparó con Buenos Aires y los buenos resultados que obtuvieron al peatonalizar dos calles e implementar el sistema DOT, y   pese que en un principio la ciudadanía fue reticente, se encontró que los niveles de contaminación sonora se redujeron a la mitad y las emisiones vehiculares en un 90%. Se incrementó el valor del metro cuadrado en la zona en un 11% para las zonas comerciales, y en 6% para las zonas residenciales. En términos económicos, se encuentra que los beneficios asociados al proyecto superaron cerca de 12,2 veces la inversión que se realizó en el mismo. 

Lo mismo podría ocurrir en la capital si se pone en marcha un plan de este tipo, aunque vale recordar que desde el mes de febrero el IDU inició las obras de la segunda fase de peatonalización en el tramo comprendido entre la avenida Jiménez y la calle 26. Asimismo, los vendedores ambulantes que se encontraban en el sector fueron reubicados con el fin de recuperar el espacio público, una de las banderas de la actual administración.

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