¿Te ha pasado alguna vez que cuando estás resfriado no puedes oler o sentir el gusto de la comida?
Es una sensación incómoda y frustrante ver un plato que por su apariencia a uno se le hace agua la boca pero que al probarlo es lo mismo que comer nada.
O como cuando caminas frente a una panadería y tu memoria te recuerda que de ahí se desprende un aroma que hace despertar ruidos en tu estómago. Pero tú no hueles nada.
Sabemos que las personas que no pueden ver sufren de ceguera y las que no pueden oír, de sodera.
Pero ¿de qué padecen las personas que no huelen o no tienen la capacidad del gusto?