"Donald, si te rapas la cabeza, le daré un millón de dólares a la organización de beneficencia que tú quieras", dijo Mark Cuban frente a una pantalla de televisión, antes de que Trump llegara a la Casa Blanca.
Así es el estilo de Cuban, un empresario, inversionista, estrella de televisión, productor y actor aficionado, a quien le encanta hacer declaraciones polémicas y ser el centro de atención.
Dueño del club de baloncesto Mavericks de Dallas de la NBA, es propietario de los cines Landmark y Magnolia Pictures, además de la cadena de televisión por cable AXS TV.
Además, aparece regularmente como jurado en la serie de televisión estadounidense "Shark Tank" (Tanque de tiburones).
Cuban ha asegurado que está pensando en competir por la presidencia de EE.UU. en el 2020 y cada vez que puede, da lecciones sobre cómo hacerse rico.
Y es que si hay algo que a Cuban no le falta, es la confianza en sí mismo.
A sus 59 años, ha escrito una serie de libros sobre el éxito en los negocios.
Entre ellos, "Cómo ganar en el deporte de los negocios", "Cómo lanzar y hacer crecer un negocio" y "Cómo aumentar tus ingresos en cantidades asombrosas".
En la cultura estadounidense, no es raro que las personas sean clasificadas entre "ganadores y perdedores". Y en esta dicotomía, Cuban se presenta a sí mismo como un símbolo del éxito.
"No tenía nada"
Suele contar que apenas tenía US$60 en el bolsillo cuando egresó de la Universidad de Indiana a los 23 años y se fue a vivir a Dallas a un departamento de tres habitaciones con otros cinco jóvenes.
"No tenía nada. Entonces tampoco tenía nada que perder", dice Cuban.