36 años tuvo que esperar Perú para volver a jugar una Copa del Mundo.
La larguísima espera explica la enorme fiebre mundialista que se apoderó de ese país desde el minuto en que se confirmó la clasificación de la Blanquirroja a Rusia 2018.
Los que estuvieron en el Estadio Nacional de Lima y en la celebración en las calles de la capital peruana difícilmente olvidarán aquella noche de noviembre en la que se ilusionó un país.
Para Perú fue una verdadera hazaña llegar al Mundial, pero el verdadero desafío para Paolo Guerrero y los suyos era jugarlo.
Una aventura que concluyó este martes con la victoria ante Australia 2-0 en el tercer y último partido de la Blanquirroja.