Jon Alpert cultivó una relación tan cercana con Fidel Castro que un día tuvo una idea especial: conseguirle un audífono.
El documentalista estadounidense recuerda que su intención de mejorar el aparato que el líder cubano llevaba en su oído para percibir los sonidos con más claridad surgió en una entrevista que tuvieron el 15 de agosto de 2016, tres meses antes de la muerte del hombre que gobernó Cuba por medio siglo.
Ese fue el último de una serie de encuentros entre ambos iniciada en los años 70, como muestra el documental "Cuba y el camarógrafo", que dirige Alpert y fue estrenado en noviembre en Netflix.
El documental refleja distintos cambios en la Cuba comunista en el transcurso de 45 años, período en el que Alpert viajó con frecuencia a la isla para grabar entrevistas con personas comunes y corrientes… y con Castro.
Pero no pudo filmar su última entrevista con él porque le ordenaron dejar la cámara en el auto antes de verlo, y la historia del audífono que causaba problemas a Castro quedó fuera de la película.
"Hablamos mucho de su aparato auditivo y una de las cosas que le dije es que iba a investigar sobre las prótesis auditivas, y si podía, trataría de mejorarlo", dice Alpert, de 69 años, en una entrevista con BBC Mundo.