Manos firmes, dedos diestros y conocimientos básicos de la anatomía humana son elementos indispensables para ser masajista en cualquier lugar del mundo.
Pero hay un país en que esto no es suficiente.
Allí, el principal requisito para obtener una licencia de masajista no tiene que ver con las manos, la experiencia o la técnica.
En Corea del Sur van más allá: las autoridades exigen que únicamente las personas ciegas pueda practicar este oficio milenario.
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Es una disposición amparada por una polémica ley que se ha impugnado cuatro veces y que el Tribunal Constitucional de la nación acaba de ratificar este martes.
Y es que en ese país asiático, las autoridades dispusieron hace más de un siglo que solo personas invidentes podrían practicar el masaje, como una forma de garantizarles una forma de generar ingresos para su subsistencia.
En la nueva sentencia, el Tribunal Constitucional surcoreano explicó que la decisión de continuar con la ley obedece a que las personas invidentes tienen pocas opciones de carrera y que era la "única forma" de ayudarlos a ganar un sustento.