La danza sobre la playa del maestro mokaná Tony Hurtado recibió desde las 7 a.m. a los Guerreros del Muelle que organizaron un particular y exigente circuito de kitesurfing alrededor del esta centenaria estructura ubicada en Puerto Colombia.
La carrera se realizó en la modalidad de kitesurf apoyados por remos. Este es un deporte en crecimiento en el departamento del Atlántico, que apenas cuenta con menos de cuatro años de práctica.
“Este deporte tiene muy poco tiempo en este territorio. Trajimos la primera tabla de kitesurfing hace como cinco años y es un deporte físico que exige un montón. Primero lo practicamos haciendo distancias cortas y hemos ido creciendo en distancia y a la vez en número de entusiastas en el país”, dijo a PUBLIMETRO, Clary Marulanda, integrante de Kiyakitesurfing, Escuela de Kitesurf, ubicada en Pradomar.
El guía espiritual oró, fumó e hizo sonar los cascabeles para que la carrera y sus competidores fueran recibidos con armonía por el mar. “Hicimos un ritual de protección a los participantes invocando al padre, la hijo, al Espíritu Santo pidiendo permiso primero a él y a los seres marinos para que aleje a las malas energías” explicó Hurtado quien lleva 22 años ejerciendo su oficio.
En total este recorrido dura una hora con cuarenta y cinco minutos para dar dos vueltas al muelle. Cinco kilómetros equivale a una sola vuelta al muelle en total se dieron 10 kilómetros.
“Empezamos con la preparación de los competidores. Como unas tablas son inflables tienen que hacer el mantenimiento a todo el equipo que van a usar”, detalló Marulanda.
Antes de salir este grupo de entusiastas que gritan, saltan y celebran emocionados comenzaron como una reunión de amigos que exploraron el muelle, los eventos fueron creciendo con el paso del tiempo y ya no eran tours sino carreras profesionales.
Los jueces de línea primero revisan los puntos de referencia de salida y llegada. Se establece lo que ellos llaman una “beach walk” para que los competidores corran hacia el mar con sus tablas desafiando el viento y el tiempo.
Días antes del circuito se revisa con anterioridad el pronóstico del clima y se escoge los meses en los cuales el mar está más calmado siempre buscando las condiciones perfectas para la práctica de este deporte.
Los riesgos
La playa de Puerto Colombia no siempre es tan tranquila como parece. Esta costa posee una profundidad que ha cobrado docenas de vidas, entre los bañistas, por eso antes de la carrera se hace énfasis en el cuidado que se debe tener para no enterrar los remos y proteger la quilla de las tablas de la fuerza de las olas.
Al llegar cerca al muelle el riesgo que se corre es mayor. Los expertos advierten que el surfista no debe pegarse mucho a su parte izquierda porque las olas son más fuertes y los podrían arrastrar “la misma estructura chupa” y los puede llevar “a chocar con el muelle” por eso se recomienda tener una distancia de dos metros lejos de los pilotes, de acuerdo a Marulanda.
“Para nosotros es un paseo contemplar la estructura del muelle y verlo desde otro punto vista que es como u viaje al pasado”, describió Marulanda.
El ganador del circuito fue Felipe Marte Sánchez de 13 años, estudiante del Colegio Alemán, quien es campeón en los Juegos de Mar y Playa de Tumaco en la categoría de relevos. “Fue muy exigente. Es lindo a la vez porque el agua estaba clara se alcanzan a ver los escombros caídos del muelle. Es importante que lo reconstruyan, aunque así también tiene su encanto, porque es una estructura que siempre se puede ver desde todas las áreas desde Punta roca al Malecón”
En segundo lugar quedó el argentino Alejandro Petrevich, quien tiene 3 años practicando este deporte y llegó con una delegación desde Santa Marta. “Las condiciones fueron muy buenas porque el mar estaba muy tranquilo. El muelle es un patrimonio de la ciudad si lo restauran seria un atractivo para el turista”, concluyó.
La cifra
La carrera tuvo una participación de 20 competidores.
La frase
“Para nosotros es un paseo contemplar la estructura del muelle y verlo desde otro punto vista que es como u viaje al pasado”, Clary Marulanda, de Kiyakitesurfing