Pasaron varios meses antes de que el oso de anteojos Chucho proveniente de Manizales pudiera compartir hábitat con la osa de esta misma especie que habita en el Zoológico de Barranquilla desde hace 18 años.
Antes de pasar juntos a la exhibición que compartirán de ahora en adelante, el equipo de biólogos, veterinarios y cuidadores medió sus acercamientos en áreas internas, en las que cada uno percibía a su nuevo compañero: podía olerlo, escucharlo y empezar a familiarizarse con él, dijeron los expertos.
Finalmente, ambos están listos para recibir a visitantes y continuar siendo embajadores de su especie, a través de las diferentes actividades educativas del Zoo.
‘Chucho’ se quedó en Barranquilla por decisión de la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia que con la tutela que falló dejó sin efecto el habeas corpus de la Sala de Casación Civil de finales de julio pasado, en una decisión sin precedentes.
La Fundación Zoológico de Barranquilla ganó la disputa por el oso que fue traído de la reserva natural Río Blanco, en el departamento de Caldas.
El oso de anteojos traído desde el Eje Cafetero, se encuentra en buenas condiciones, bajo cuidado de especialistas y adaptándose a su nuevo hábitat.
“El se encontraba en un recinto y fue traído para darle una osa que vive acá hace 18 años para su reproducción y también para brindarle cuidados especializados de veterinarios, biólogos y zootecnistas”, precisó Christian Olaciregui, Jefe de Biología y Conservación del Zoológico.
Concretamente, fue traído desde la reserva natural Río Blanco, en Manizales.
“Acá tendrá un ambiente más apropiado para seguir viviendo con entretenimiento, enriquecimiento y medicinas y el animal se va a beneficiar”, aseguró.
‘Chucho’ está alojado en un área de manejo que cuenta con una piscina para refrescarse, troncos y además se le adapta a la dieta compuesta básicamente por frutas.
