El escritor barranquillero lanza su primera novela ‘A la caza del chico espantapájaros’ y habló con PUBLIMETRO sobre este estreno y el oficio de escribir en el Caribe.
John Better en su vida como escritor ha pasado por múltiples transformaciones. Lo suyo son las crónicas con las cuáles publicó uno de sus más célebres libros bajo el título Locas de felicidad (2009) pero ahora cambia de género y se enfrenta a la novela con A la caza del chico espantapájaros editado por Planeta bajo el sello Emecé. Vivió en la piel el sacrificio de un flagelante en el municipio de Santo Tomás, probó curarse de la maricada y entrevistó al senador Gerlein en plena polémica sobre el tema homosexual en el país para la revista Soho. Sus relatos hechizan desde la primera a la línea al lector desprevenido dejándole un sabor dulce pero también amargo de la vida marginal y sórdida de personajes homosexuales y heterosexuales, por igual, que la sociedad se esmera en ocultar. También fue el narrador y libretista de la serie Crónicas Traslocadas con 8 personajes del Caribe LGBTI para Telecaribe en 2015. Su editorial compara su literatura con la de Andrés Caicedo al promocionar esta primera ficción a los lectores del mundo y que lanzará la próxima semana en Barranquilla.
¿Cómo nació esta novela A la caza del chico espantapájaros?
Surge de un relato llamado Viaje en Motocicleta al centro de la noche aparecido en mi anterior libro Locas de felicidad y de una frase de una canción de Pj Harvey llamada The Devil, cuyo final reza: “Y todo aquello que un día fue mi más profunda alegría, hoy es tan insignificante”. La novela es un repaso por el pasado y el presente, una proyección en escenas cortas de dos décadas en la vida de Greg, alter ego y personaje de la novela, donde lo surreal y lo real se juntan sin reparos.
¿La novela está dedicada al amor en los años noventa?
Los noventa están como telón de fondo, ambientando la vida de los tres personajes: Sandy, Greg y WC Boy. Por ahí se mueve la música preciosa de aquellos años: Bjork, Fiona Apple, Mia Zapata, Portishead, mi novela toda una discoteca nostálgica para quienes crecimos en aquella época de los noventa. Pero al final la novela está dedicada al amor en cualquier época, el amor como combustible, como fuerza vital. El amor de los amigos y los amantes, y bueno, aunque aclaro, no es una novela sobre música.
¿Cómo describes tú proceso creativo cómo escritor?
No existe, soy un tipo ansioso, caótico, desordenado, irresponsable, caprichoso, la literatura es mi amiga y me da su confianza, entro a su casa sin avisar a cualquier hora y en cualquier estado. Mis textos son un híbrido entre lo veraz y lo poéticamente realista.
Se te compara con Andrés Caicedo ¿Este autor ha influenciado tu literatura?
Lo leí cuando era un adolescente, me gustó mucho. Es placentero que se me asocie a él en cuanto a ese ímpetu al escribir, pero no hay una influencia directa con su estilo, creo que él no se parece a nada.
¿Cómo ve el panorama de la literatura del Caribe en la actualidad?
Muy bien, estamos demostrando que somos chicos de tinta, si no lean a Giuseppe Caputo , Paul Brito, Carlos Polo, Alfredo Baldovino, Adriana Rosas, y el más joven de todos:! Ramón Bacca!
Siempre ha defendido los derechos de la comunidad LGBTI en Barranquilla y Colombia ¿Qué opina de la lucha que se libra actualmente?
En pie de lucha, así hay que estar. Apoyo toda marcha que conlleve al diálogo y una inclusión justa dentro de la sociedad. Me preocupa más la discriminación dentro del mismo colectivo LGBTI, es un tema por agendar.
¿Le preocupa la problemática de las personas trans debido al aumento en la cifra de agresiones en el Caribe?
Todo tipo de agresión es preocupante, tanto hacia las mujeres cisgénero como a las trans. La agresión es el reflejo de la incapacidad de conciliar. Afortunadamente observatorios como Caribe Afirmativo están al pendiente de estos hechos para denunciarlos y buscar que no se repitan. Estoy a la espera del surgimiento de la primera escritora trans del país.
¿Es difícil escribir literatura desde Barranquilla?
Nadie dijo que escribir sea u asunto fácil, aquí o en el Guamo. Barranquilla, como digo en la novela, es una ciudad insufrible, una caldera donde todo se achicharra. Pero están sus melancólicos aguaceros, sus puestas de sol, su cercano Salgar, sus Aníbales Tobónes y sus Meiras Delmar que hacen amarla un poco más. Me ha costado asumir abiertamente mi homosexualidad porque me ha representado el desprecio de mucha gente, especialmente de los dinosaurios de las letras caribeñas, quienes me ven como una rara avis a la que desean desplumar.
Lanzamiento de la novela
¿Cuándo? Jueves 27 de octubre a las 5 p.m. ¿Dónde? En el bar restaurante La Cueva. Será presentada en diálogo con los escritores Patricia Iriarte, Carlos Polo, y Heriberto Fiorillo.