Desde hace dos semanas, más de 500 familias en la localidad de Chapinero se encuentran en una situación crítica debido al colapso de un muro que ha causado un hundimiento en la vía de la carrera 1, entre las calles 63 y 65. La única vía de acceso a sus hogares ha quedado prácticamente intransitable, generando un grave riesgo para conductores y peatones.
De acuerdo con lo reportado por El Tiempo, el problema comenzó a principios de mayo y se ha agravado con el paso de los días. Encima del muro colapsado, el colegio Rosario Santo Domingo ha estado realizando obras de ampliación durante varios meses, lo que ha exacerbado la situación. Las lluvias recientes han aumentado el peligro debido a la aparente falta de una adecuada canalización de aguas pluviales en el predio del colegio.
Nicolás Velasco, edil de Chapinero, junto con los residentes, ha denunciado que la situación pone en peligro a la comunidad. Una vecina afectada expresó en su cuenta de X: “Estamos en peligro, los residentes de la zona no pueden acceder a sus hogares. Esto está pasando hoy, exigimos respuesta”.
En respuesta a las denuncias en redes sociales y medios de comunicación, la alcaldía de Chapinero convocó una reunión el 15 de mayo con diversas entidades, incluyendo el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), la constructora Cusezar y las directivas del colegio Rosario Santo Domingo. En el encuentro se acordaron cinco acciones clave para solucionar rápidamente el problema y reducir los riesgos para los habitantes.
La primera acción es implementar un Plan de Manejo de Tránsito para garantizar el acceso de las 500 familias a sus viviendas. Además, se programó una mesa de trabajo entre el IDU y Cusezar para el 22 de mayo, con el objetivo de coordinar la entrega de la vía.
El colegio Rosario Santo Domingo deberá realizar un estudio geotécnico para evaluar el impacto de las obras en el terreno. El Acueducto de Bogotá también presentará un informe sobre el estado de las redes de agua en la zona afectada.
Finalmente, la alcaldía local está gestionando un permiso para que la obra del colegio pueda continuar durante las noches y fines de semana, con el fin de acelerar las reparaciones. “Estamos monitoreando constantemente el riesgo”, concluyeron las autoridades de Chapinero.
