De acuerdo con cifras de defensores de DD.HH. actualmente en parque Nacional de Bogotá hay aproximadamente al menos 500 personas que hacen parte de la comunidad Emberá. Estas personas se encuentran viviendo en condiciones poco dignas, menores de edad y mujeres son explotados en diversos puntos de la capital del país.
El panorama que se vive en el Parque Nacional deja mucho qué pensar y poco qué decir. Utilizando bolsas de basura como carpas, algunos colchones viejos o simplemente el pasto para dormir; cobijas si hay suerte, ropa colgada que puede volver a mojarse con la lluvia; pequeñas “estufas” improvisadas con ladrillos, troncos de madera y una muñeca sin cabeza, hacen parte de lo que se vive dentro del asentamiento de los indígenas.
A lo anterior, se sumó una imagen desgarradora en la jornada de marchas contra el Gobierno de Gustavo Petro. Pues, tras las constantes lluvias de los últimos días los charcos han aparecido y en medio de su inocencia, varios menores de edad desnudos salieron a jugar y a bañarse.
Las imágenes compartidas en redes sociales dejan en evidencia la falta de ayudas por parte del Gobierno Nacional y de la alcaldía Mayor de Bogotá. Pues, ya van para dos años de los nuevos gobiernos y no hay una solución clara o una hoja de ruta sobre el acompañamiento a estas comunidades.
PUBLIMETRO COLOMBIA estuvo en el Parque Nacional hablando con los gestores de Derechos Humanos y con la comunidad Emberá. Entre las principales conclusiones de este diálogo quedó en evidencia que para los voceros de la comunidad, “Este el resultado de un incumplimiento sistemático por parte del Distrito y la Nación. Históricamente, a este pueblo y a todas las comunidades víctimas del conflicto armado, la única opción que les han brindado es el retorno jamás la reubicación, porque Bogotá hoy no tiene un plan de reubicación y es una falencia tan enorme que revictimiza, segrega y discrimina porque no le da la posibilidad y la oportunidad, el derecho Constitucional que tienen a reubicarse bajo la premisa de la voluntariedad”.