Las manifestaciones en el barrio Marsella de la localidad de Kennedy de Bogotá tienen en tensión a las autoridades de la ciudad y la comunidad habitante de este sector. La alcaldesa Claudia López brindó declaraciones públicas sobre esta manifestación que calificó de “clasista y oportunista”.
La manifestación se dio desde los primeros días de esta semana en este sector, específicamente en el parque La Paz, el cual se ubica en una zona residencial del sector. Desde allí se difundieron imágenes de dos mujeres encadenándose a un árbol ubicado en el parque y declarándose en huelga de hambre. Ambas están en contra de la construcción del colegio La Paz, que tendría una capacidad para un total del 1.060 niños de la localidad.
La Administración Distrital argumenta que este colegio subsanaría el déficit de 8.000 cupos que tiene actualmente Kennedy y que el esta construcción cuenta con todos los implementos técnicos para ser construidos. Desde el lugar de los hechos también se han difundido videos de la tensión que se ha vivido en el lugar con los manifestantes y el Esmad de la Policía y quienes se manifiestan argumentan violaciones a los derechos humanos por parte de los efectivos de la Policía.
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Adicionalmente, habitantes de la comunidad que han entonado arengas a favor del parque y no del colegio, han señalado que la actitud de diálogo de la Administración Distrital no fue buena desde el inicio de la manifestación y que la represión ha sido el camino. Concejales como Diego Cancino y Heidy Barreto solicitaron a las autoridades que se gestara un proceso de diálogo auténtico y que no se reprimiera a la comunidad que contaba con manifestantes menores de edad y adultos mayores.
Frente a este caso, la Secretaría de Educación ha declarado que se cuenta con todas las condiciones jurídicas y técnicas para que le colegio sea construido y que es imposible que la comunidad pueda detener la construcción del mismo. La entidad aclaró que se respondieron 23 derechos de petición o solicitudes de la ciudadanía y varias entidades, además de ganar 5 tutelas a favor de hacer el nuevo colegio. “Lamentable que se una el clasismo de unos pocos residentes de Marsella (agradecemos a la mayoría que apoya el colegio La Paz), el oportunismo de concejales petristas y la fuerza de choque de la 1ra Línea de Kennedy para impedir que se construya un colegio público para 1.060 niños”, comentó al respecto la alcaldesa Claudia López.
A pesar de que dentro de varios de los argumentos que ha brindado la comunidad para impedir la construcción, algunas figuras políticas han criticado el activismo ambiental que se estaría orquestando dentro del grupo de los manifestantes, pues las mujeres que se encadenaron a un árbol no se habrían dado cuenta de que realmente es un especie que tiene efectos negativos.
La acusación la apoyo el concejal por el partido Alianza Verde, Julián Rodríguez Sastoque, quien insinuó que este sería un falso activismo, puesto que “resulta curioso que en su “activismo ambiental” se amarren a un eucalipto que es una especie invasora con perversos efectos. Prefieren eso que construir un colegio nuevo, que debe hacerse”.
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Publimetro Colombia conoció la versión de un arquitecto que aseguró que hizo parte del proceso de acercamiento que la Secretaría de Educación tuvo con la comunidad y que sus integrantes realmente tendría intereses clasistas y lo que han hecho actualmente es “instrumentalizar el activismo ambiental”.
“La comunidad se opuso al principio aduciendo que el predio era un parque público, lo cual nunca fue cierto porque los predios no urbanizados para colegios son propiedad del distrito. Que lo hayan ocupado es distinto. Al final parece ser que ese argumento no les salió”, acotó por medio de sus redes sociales. Entre varias trabas al proceso, el arquitecto declaró que a pesar de haberse solucionado algunas reclamaciones, finalmente las intenciones de la comunidad resultaron no ser lo que se esperaba.
“Seguido a eso, les afloró el verdadero problema para ellos y era que el colegio al ser implantado en una zona residencial estrato 3-4 no era realmente para la comunidad y los pelados matriculados al colegio serían de “barrios inseguros” que ahora co-habitarían en el sector”, narró el joven. Además, contó que realmente en las reuniones la comunidad nunca mencionó los árboles que hoy están defendiendo.
Por último, el arquitecto aclaró que el proyecto contó con una proyección silvicultural que fue socializada con la comunidad y que “jamás se tocó el tema porque se tenían los avales para demostrar que no será un proyecto hostil” y que “le indigna ver cómo “manosean” el activismo ambiental para con otros intereses.
En medio de la tensión y las denuncias de la comunidad, la Personería decidió intervenir como agente garante y señaló que “ha mantenido de manera permanente un ejercicio de diálogo y garantía del derecho a la protesta, en las que propenden por el respeto entre quienes manifiestan su disenso y las autoridades distritales”. Tras el diálogo se logró establecer una mesa de diálogo en la que se ratificó la construcción del colegio y la comunidad decidió plantar su posición para acudir a instancias jurídicas para que se pueda solucionar el conflicto pro estas vías.