Una fundación vinculada al círculo familiar del exvicepresidente Germán Vargas Lleras, uno de los principales aliados políticos de la familia Char, ha recibido $1.727 millones desde 2021 en contratos públicos por parte de las administraciones de Alejandro Char y Elsa Noguera. Esta fundación, llamada Vive Bailando y Soñando, es dirigida por Clemencia Vargas Umaña, hija de Vargas Lleras, y ha trabajado con recursos tanto distritales como departamentales destinados a programas de seguridad, pero cuestionan que hayan escogido una fundación con jugosos contratos por encima de la tradición de la escuelas de Carnaval y de Danza con renombre en Barranquilla. Algunos medios como Contratopedia Caribe y Corrupción Al Día señalan que todo se trataría de “favores políticos y tráfico de influencias”.
Para nadie es un secreto que la alianza política entre las familias Char y Vargas Lleras ha sido sólida desde hace más de dos décadas, lo que permitió que Elsa Noguera fuera la fórmula vicepresidencial de Vargas Lleras en la campaña presidencial de 2010. Durante los dos gobiernos de Juan Manuel Santos, esta alianza política les otorgó a los Char importantes cargos en la administración pública, incluyendo el nombramiento de Alejandro Char como alto consejero para las regiones.
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Vive Bailando y Soñando es una entidad sin ánimo de lucro que utiliza el baile como herramienta pedagógica para prevenir la violencia juvenil. Su presencia en Atlántico ha sido motivo de controversia, especialmente porque los contratos que ha recibido provienen de los fondos destinados a la seguridad en un departamento que enfrenta una creciente criminalidad. En Barranquilla, la fundación recibió $416.500.000 en mayo de 2023, para ejecutar programas que promuevan la convivencia pacífica en barrios afectados por la pobreza y el control de pandillas, como Villas de La Cordialidad, Villas de San Pablo y Las Gardenias.
El contrato más reciente de Vive Bailando y Soñando fue otorgado directamente por la administración de Alejandro Char sin un proceso de competencia, lo que generó críticas. La justificación del contrato, según Yesid Turbay, jefe de la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, fue la experiencia que tiene la fundación en este tipo de programas. Turbay, además, supervisó otros tres contratos otorgados durante la gobernación de Elsa Noguera, los cuales sumaron $1.873 millones entre 2021 y 2023.
Estos contratos fueron adjudicados bajo el régimen de contratación especial, con plazos cortos y poca competencia. Por ejemplo, en 2021, una convocatoria se abrió el 14 de septiembre y solo seis días después ya se certificaba que no había otras entidades interesadas. En los siguientes años, los plazos de las convocatorias fueron igualmente cortos, lo que generó dudas sobre la transparencia del proceso.
Además de los recursos públicos, Vive Bailando y Soñando aportó contrapartidas del 30% en estos contratos, aunque no necesariamente en efectivo. Las contrapartidas incluyeron el conocimiento y trabajo del equipo, cubiertos por otros fondos. A pesar de las críticas, los $1.311 millones desembolsados por la gobernación de Noguera provienen de la tasa de seguridad, un impuesto que los ciudadanos del Atlántico pagan a través de su factura de energía.
El programa que Vive Bailando y Soñando ha implementado en el departamento, llamado Baila la Gente, al ritmo de la convivencia, ha impactado a 1.800 jóvenes en municipios como Tubará, Puerto Colombia, Baranoa, y Malambo, entre otros. Sin embargo, las críticas se han centrado en la exclusión de las academias locales de danza, que no han tenido la misma oportunidad de acceder a recursos para programas similares.
Critican millonarios contratos de la fundación de Clemencia Vargas, hija de Germán Vargas Lleras, en Atlántico
El portal corrupcionaldia.com cuestiona si la fundación de Clemencia Vargas habría obtenido estos contratos de no estar vinculada a un poderoso grupo político. Además, señala la falta de apoyo financiero a los artistas y gestores culturales locales, que se ven afectados por la falta de inversión en cultura. La situación de los recursos culturales en el Atlántico es crítica, y la asignación de fondos a una fundación externa como Vive Bailando y Soñando ha generado un fuerte descontento.
Artistas del Carnaval de Barranquilla y gestores culturales han denunciado la desfinanciación de programas de estímulos para la creación y gestión cultural. En diciembre de 2023, un grupo de gestores culturales envió una carta a Alejandro Char y Eduardo Verano pidiendo una reestructuración de los recursos destinados a la cultura en el departamento, pero hasta la fecha no han recibido una respuesta satisfactoria.
Pese a que la Fundación Vive Bailando, ha logrado conseguir recursos de importantes empresas privadas a nivel nacional, en su primera fase también llevó a jóvenes de Barranquilla a Bogotá para que vivieran la experiencia de viajar a la capital del país, en estas otras fases no se ha visto ese componente, además medios locales afirman que el impacto en estos millonarios proyectos, no es tan amplio y sólo benefician a menos de 500 jóvenes para la inversión realizada.
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Mientras tanto, la Fundación Vive Bailando y Soñando continúa recibiendo financiación para sus programas sin necesidad de competir con las academias de baile locales. El gobierno de Eduardo Verano, sin embargo, ha señalado que no planea renovar los contratos con la fundación, ya que tiene otras estrategias para abordar la convivencia en los municipios.