Definir la felicidad de una sola manera no es nada fácil, desde hace siglos se ha concluido que está relacionada con la época, la cultura, las necesidades de las personas, la fuerza de la religión y los avances de la ciencia, entre otros. Pero lo claro, es que hoy en día cada persona tiene su propio significado de felicidad.
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Martin Seligman trabaja con la psicología positiva, que es la rama que se encarga de estudiar las emociones positivas y de cómo las personas construyen felicidad a partir de esas emociones.
“Según el autor, la felicidad no es lo que la mayoría de la gente cree que es, como un estado eufórico o estar contento todo el tiempo, sentirse súper bien, sino que es un equilibrio entre varias variables; una de esas, en el caso de la ciudad, es la relación que existe con la comunidad en la que vivo. Por eso es tan importante la seguridad, porque si yo no me siento segura en la ciudad en la que vivo, es muy difícil que logre ese equilibrio de bienestar” afirmó la Doctora Alicia Uribe Jaramillo, psicóloga con formación en Clínica psicológica.
Adicionalmente, indicó que las personas deben ser conscientes de “la responsabilidad que tienen sobre ser felices más allá de estar buscando el placer, o esa euforia constante, sino de vivir rico, de tomar decisiones manteniendo un equilibrio entre el placer y lo que se quiere construir a largo plazo en la vida”.
Si bien los aspectos externos pueden influir positiva o negativamente en la construcción de bienestar, el lograr que la felicidad aumente es netamente individual.
El programa ‘Medellín cómo vamos’ año tras año consulta a los ciudadanos por la satisfacción con Medellín como un lugar para vivir y han encontrado que 8 o 9 de cada 10 personas afirma estar satisfecho o muy satisfecho con la ciudad.
“Esta pregunta la estamos haciendo desde el 2008 y en ese año el 92% de los ciudadanos dijeron estar muy satisfechos, en el 2014 llegamos al 84% de los ciudadanos que afirmaron que estaban entre satisfechos y muy satisfechos. En el tiempo hemos logrado evidenciar que hay una tendencia a la reducción de esa satisfacción pero sigue estando en un nivel relativamente alto” afirmó Piedad Patricia Restrepo, coordinadora del programa Medellín Cómo Vamos.
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Las principales razones para esa mayoría que indica que está muy satisfecho, es porque Medellín es una ciudad bonita, acogedora y limpia, además que ofrece una buena calidad de vida.
“La gente está interpretando que la satisfacción está muy relacionada con la calidad de vida que ofrece la ciudad. También hay características de los medellinenses que a la gente le gusta; por ejemplo, que es solidario, amable, trabajador. Además, otro factor es el clima, que dicen es agradable por lo que hace de Medellín una ciudad satisfactoria para vivir” agregó Restrepo.
La estética de la ciudad también juega un papel muy importante y hace parte de las razones por las que las personas se sienten felices de vivir en Medellín, ya que es una ciudad limpia, ordenada y que todos cuidan.
“Respecto a la minoría entre el 2% y el 4% que dicen estar insatisfechos y que le dan la menor valoración en esa escala, afirman que la ciudad no le satisface porque es una ciudad que todavía tiene violencia, inseguridad, desempleo y el nivel de pobreza que aún lo consideran elevado” indicó la coordinadora.
Sin embargo, las personas en Medellín se caracterizan por esa capacidad de resiliencia, “somos una ciudad víctima del conflicto, por mucho tiempo la ciudad fue reconocida únicamente por la violencia y lo superamos, la gente tiene la capacidad de superarlo y de crear sobre lo destruido, somos optimistas y esa es una variable en la construcción de la felicidad” afirmó la Doctora Uribe.
Respecto a la frase popular ‘somos echados pa’lante’ la Doctora Uribe dijo que “es cierta, porque si nos pasó una cosa horrible, pues no nos vamos a quedar ahí, hacemos otra cosa; o si se quebró el negocio, entonces montamos otro o buscamos trabajo en algo. Siempre estamos buscando una solución. Las características de los paisas son el optimismo, la resiliencia y la relación fuerte con la familia”
La preocupación a futuro está en los jóvenes y en lo que creen que significa ser felices, especialmente “porque están en una búsqueda constante de placer y no se comprometen porque no sienten ese placer constante; entonces, están en una actividad que les genera placer por un tiempo determinado, que es un tiempo cortico y renuncian cuando ese placer se les acaba. Por lo que están en una constante búsqueda de una felicidad que paradójicamente no encuentran” indicó la psicóloga.
El concentrar el bienestar en los momentos de placer hace que la emoción positiva sea muy fuerte pero de muy poca duración.
“En cambio cuando yo me comprometo con algo en la vida, tengo que hacer sacrificios entre los que están los placeres en función de ese proyecto de vida que al final va a generar una satisfacción que va a perdurar en el tiempo” puntualizó Uribe.
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