Después de la venta del 57.66% de las acciones del Gobierno Nacional en Isagén, EPM se vio en la obligación de analizar los dos posibles escenarios que existen: uno, vender el 13% de las acciones y dos, quedar como socio minoritario dentro de una empresa privada.
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Los principales argumentos que presenta EPM para que se realice la venta de las acciones en Isagén son:
1– Proteger el patrimonio público al evitar la desvalorización de las acciones de EPM en Isagén. “Las acciones pueden desvalorizarse si no se venden. El precio de $4.130 pesos por el que vendió el Gobierno a Brookfield y por el que podemos vender como accionistas minoritarios, es muy atractivo y no vender sería prácticamente, no multiplicar este patrimonio público y dejarlo en manos de un privado para que lo administre” afirmó Gabriel Jaime Betancourt, Vicepresidente Ejecutivo de Estrategia y Crecimiento de EPM.
2– Evitar que los recursos de EPM queden atrapados, lo cual genera una iliquidez de las acciones o una pérdida de valor de las inversiones en Isagén. “Hay una experiencia ya estudiada de los comportamientos empresariales de Brookfield en relación con sus posiciones en bolsa, que pudieran dejarnos completamente ilíquidos por falta de bursatilidad.” agregó Betancourt.
3- Evitar apalancamiento de la inversión de un competidor. “Brookfield en este momento tiene el control de Isagén, puesto que compró el 57%; si nosotros no le vendemos al 23 de mayo o cuando presenten la OPAV- Oferta Pública de Adquisición Voluntaria, estaríamos con unas acciones ahí, pero lo importante es que Brookfield no estaría obligado a pagar 1.48 billones de pesos que valen nuestras acciones, porque no nos presentamos o no logramos las autorizaciones del caso. Entonces, estaría con el mismo control, muy contentos, por no tener que pagarle a un accionista sin injerencia en la toma de decisiones” añadió el funcionario.
4- Gestionar los recursos que se obtendrán por la venta de las acciones, evitando una posición de inversionista pasivo sin injerencia alguna en las decisiones de Isagén. “Estamos con una silla directiva, pero con una injerencia quizás nula, porque nosotros somos competidores de Isagen, nosotros tenemos que estar retirándonos de muchas de las discusiones que se dan en el seno de la junta directiva, porque tenemos que declarar nuestro conflicto de intereses” puntualizó Betancourt.
Según EPM, en caso en el que la decisión del Concejo de Medellín sea no vender, se establece que se perderían cerca de $512.000 millones de pesos y de acuerdo al promedio de los dividendos recibidos durante los últimos 3 años, se requerirían 49 años para recibir los 1.48 billones de pesos que representa hoy la venta del 13% de las acciones.
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