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La serie está inspirada en la película Donnie Brasco que, a su vez, es una adaptación de hechos reales basados en la vida del agente del FBI Joseph Pistone.
Cuanto más se involucra Montaño en la mafia, más se desvanece la imagen de sus hijos y de su esposa Leticia Albarrán.
¿Quién es José Montaño?
Es un docente penalista, un hombre inteligente y un padre ejemplar. Sin embargo, todo cambia cuando decide aceptar un trabajo para mejorar su situación económica. ¿En qué consiste? Debe ser un infiltrado de la Policía y su objetivo es sacar información del crimen organizado. Es entonces cuando se convierte en Daniel ‘El Dandy’ Bracho.
¿Cómo lo transforma esa dualidad?
Se encuentra en un barrio bravo, así que no puede ser gentil. Tiene que sacar todo su carácter y astucia si quiere sobrevivir. Lo bueno es que su inteligencia termina por hacerlo ficha clave en el círculo donde se relaciona.
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¿Esa doble vida no lo vuelve loco?
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En cierto modo sí, porque llega un punto en que no se reconoce. No sabe con exactitud quién es.
Pero es ese hecho el que le da dimensiones humanas a su personaje…
Exacto. Es muy fácil catalogar esta clase de sujetos como villanos, pero no es así. Creo que ese es el propósito de este tipo de narraciones, mostrar individuos tridimensionales y orgánicos, que mueven sus acciones y pensamientos de acuerdo a las situaciones. No se puede decir que son completamente buenos o malos.
Estudiante, líder revolucionario, profesor y hasta le ha prestado su voz a dibujos animados. En su carrera se ha puesto en los zapatos de muchas personas. ¿Qué papel sueña con interpretar?
Nunca me he movido por un personaje, sino por el relato en el que está inmerso. Auguro un buen futuro cuando una historia me sorprende.
Miguel, a quien encarnó en Rebelde, lo llevó a otro nivel en el ámbito profesional, sin embargo, no se encasilló. ¿Cómo logró seguir sin cargar el peso de ese pasado?
No se trata de dejar atrás, ni de separarse. Es cuestión de unificar y comprender que de cada paso se aprende algo. Me siento orgulloso de todos los proyectos en los que he participado. Gracias a ellos es que me he convertido en el actor que soy hoy en día.
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¿Volvería a la música?
No. Por el momento me siento muy contento con la actuación.
¿Cómo ha sido la experiencia presentando La Ciencia de lo absurdo?
Muy positiva. Tanto así que estamos preparando una nueva temporada.
¿Qué tal le va con la física y la química?
Muchos conceptos los he podido comprender mejor gracias al programa. Y no sólo me pasa a mí. Varios niños y jóvenes se han acercado para decirme que se divierten mientras aprenden.
También se dedica a la labor social, ¿qué lo ha llevado a esto?
Entender que la vida no es sólo cuestión de dinero, fama y éxito. Ser artista conlleva una responsabilidad y es la de dar un mensaje de reflexión y de cambio.
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