Son pocas las actrices que tienen la autoridad para referirse a la situación del cine nacional. Vicky Hernández es una de ellas, quien se ha ganada la admiración y el respeto a punta de un trabajo honesto y arduo, que incluye la participación en más de 20 producciones cinematográficas, además de decenas de telenovelas, obras de teatro y hasta series web.
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En su más reciente película, ‘Suave el aliento’, Hernández interpreta a Dolores, una mujer que ha sido la amante de don Vicente (Gustavo Angarita) por más de 40 años, en un amor que no se ha dejado amedrentar por el paso el tiempo. La actriz le contó a PUBLIMETRO cómo fue esta experiencia, qué piensa del cine nacional y cuál es su punto de vista acerca de lo que hoy se hace en televisión.
En esta película Vicky asume el rol de la conocida ‘moza’, de la amante, ¿cómo fue este desafío para usted como actriz?
Un trabajo muy agradable. En este caso yo me sentía muy tranquila porque tenía confianza en el proyecto, en el director (Augusto Sandino), en el compañero de escena (Gustavo Angarita). Y más allá del riesgo que implica hacer cualquier tipo de personaje nuevo, lo importante no está en los lineamientos que se dan en el libreto sino en la construcción del personaje, toda la carne, y toda la complejidad, que es en lo que tiene que aportar un actor.
Una de las analogías más bonitas y gráficas se da en una escena entre usted y Gustavo Angarita donde las fresas son una herramienta poética, ¿cómo fue grabar esta escena?
Me gustó que con Sandino podía tener la libertad de construir diálogos con sentido común, de acuerdo a la necesidad de la escena y no pegada a un guion, lo que da mayor naturalidad y fluidez. Creo que el tono un poco de oratoria de Angarita (Don Vicente) está explicado por el tipo de personaje que es, porque él es el ‘chacho’ de la película que le está haciendo teatro a la ‘vieja’ (Dolores). Es decir, don Vicente es el niño bonito que deslumbra a Dolores, quien es un poco elemental y simple. Me imagino que esa relación de amantes por más de 40 años se ha sostenido a punta de esos discursos recitativos.
La película la dirige un director joven como es Augusto Sandino, ¿cómo es para usted trabajar al lado de alguien que está haciendo su ópera prima?
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Sandino es un hombre con talento, una persona con la que uno puede negociar, porque en últimas los actores negociamos con los directores. Los malos negociantes directores son aquellos que creen que tienen la última palabra y son intransigentes, que no reciben ningún tipo de aporte. Augusto para mi gusto es bastante terco pero también es una persona que escucha, pero que escucha no quiere decir que acepte. El problema es que ningún joven quiere adquirir experiencia a través de la experiencia de otra persona, los jóvenes quieren tener su propia experiencia, experimentar y hacer su camino.
‘Suave el aliento’ aborda el amor desde parejas de distintas edades, ¿cuál es su punto de vista frente a esta temática?
Cuando conocí la idea de la película era interesante pensar que eso del amor pudiera volverse algo tan universal y tan particular al mismo tiempo. Cada historia tiene en sí su pequeño argumento, su anécdota, en el caso de las tres parejas que viven el amor en el mismo momento, en el mismo transcurso de tiempo, eso es bien atractivo porque eso hace que la película sea más compleja, menos simplona.
¿Cómo ve este auge de cineastas y de más apoyo al cine en Colombia?
Debe ser buenísimo hacer una película con toda la plata, el apoyo, la logística, los medios de producción, pero a mí no me ha tocado, yo tengo que seguir buscando la ropa, los zapatos y el maquillaje. Yo oigo que hay películas con presupuestos de 3.000 millones, pero no es mi caso, las últimas películas que he hecho han tenido presupuestos muy limitados y me han interesado porque porque son proyectos arriesgados. Hay que agregar que el público colombiano está educado entre lo peor del cine que viene de Hollywood y está acostumbrado al escándalo y le da trabajo ver el idioma español y presenciar nuestros escenarios, le da sustico.
‘Suave el aliento’ retoma lo urbano, el tema de las historias de barrio, usted cree que esto ayude para que el espectador se sienta identificado con lo que ve en pantalla grande y se acerca al cine nacional en esta película
Es otra posible mirada donde la gente puede reconocerse. Estamos acostumbrados a que la gente solo se identifique con el cine gringo, con los delirios de grandeza de las grandes cintas que no tienen nada que ver con nosotros. La gente está acostumbrada a soñar con sucesos que no tienen cabida en nuestro país, las historias son muy diferentes. En este momento ‘Suave el aliento’ ayuda porque permite que la gente común y corriente encuentre analogías con su propia vida o sus familiares.
A Vicky la hemos visto en series web, en televisión, cine, teatro, ¿qué viene para Vicky?
A mi me gusta trabajar cualquier medio, lo que me interesa es que el proyecto sea atractivo, ya sea teatro, cine, televisión o web, lo interesante es que el producto implique un nuevo aprendizaje, me interesa que el proyecto me diga cosas, me plantee preguntas. Yo no sé qué tipo de historias quiere la gente, la televisión que estoy viendo ahora no me parece buena, honestamente.
¿Por qué ver Suave el aliento?
Creo que vale la pena verla porque toda la gente que está en la película tiene un nivel sincero en la actuación, porque es una película con mucho trabajo y muy pocos recursos, la gente le metió mucho el hombro, el alma y porque si el aliento es suave vale la pena.
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