Millonarios logró derrotar a Santa Fe en un partido lleno de polémicas y de tensión tanto en las tribunas como en la cancha. El 1-0 definitivo fue un marcador representativo de un partido parejo en el que el jugador más destacado fue el portero Nicolás Vikonis.
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El juego fue muy fuerte y luchado entre los dos clásicos rivales, que disputaron un paritdo feo. El equipo azul empezó a jugar mal y cedió la posesión en los primeros minutos generando opciones peligrosas para Humberto Osorio Botello.
Con el paso de los minutos, los jugadores azules empezaron a probar al arquero Róbinson Zapata, quien dio muchos rebotes. Uno de ellos fue capturado por Dairon Asprilla en el minuto 41, que en su primer partido logró empujar el balón al fondo de la red y abrir el marcador.
A partir de ahí, las faltas fueron el dominio del partido. El juego se hundió en los cruces, los tiros flojos y los pelotaos, y aunque Alexis García arriesgó metiendo a Jonathan Agudelo, Kevin Salazar y John Freddy Salazar, no fue suficiente.
Rubén Israel se conentó en los últimos minutos con ahogar el partido metiendo a Rafael Carrascal y Maximiliano Núñez en vez de Andrés «Manga» Escobar y Asprilla, respectivamente. Aunque los jugadores cardenales tuvieron más oportunidades de atacar, no pudieron superar el bosque de piernas que cerró el partido, y Vikonis se destacó despejando varios tiros riesgosos.
La hinchada embajadora pudo celebrar el séptimo clásico consecutivo sin perder, pero se enfrenta a nuevas sanciones debido a que, en un momento, un grupo de fanáticos encendió bengalas, como quedó registrado en cámaras.
Así mismo, otros asistentes al estadio aseguraron que se presentaron desmanes desde ambos lados, con agresiones, golpizas e incluso que voló una silla en el área designada para los hinchas de Santa Fe.
