Los funcionarios judiciales disidentes que se mantienen en paro judicial desde el 13 de enero y que se enfrentaron este lunes con la fuerza pública se encontraron nuevamente con la Policía Nacional a las afueras de las principales sedes judiciales de Bogotá. Aunque no hubo violencia, la presencia de la Policía demuestra una situación muy tensa en los juzgados.
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Las sedes judiciales del centro de Bogotá se encontraron con una nutrida presencia policial. Miembros del ESMAD y de la Policía rodearon las entradas para evitar disturbios como los que se presentaron este lunes, y permitir en lo posible el acceso del público a las instalaciones judiciales.
Pero sus empleados se negaron. Los sindicalizados se mantuvieron con sus protestas a las afueras de las instalaciones judiciales, esperando una decisión de fondo del Consejo Superior de la Judicatura sobre el proceso de reforma que, según afirman, hará impersonal el acceso a la justicia y le quitará funciones a los jueces civiles y de familia.
Por otra parte, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca admitió una tutela con la que un ciudadano busca que el paro se acabe pues, en su criterio, la administración judicial es un servicio público y es ilegal suspenderlo.
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El magistrado que asuma esta tutela deberá preguntar a la Presidencia de la República y al Consejo Superior de la Judicatura qué medidas y estrategias se han usado para solucionar el paro.
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El ministro de Justicia, Yesid Reyes, aseguró este martes que no se pagará sueldos a los empleados judiciales que se mantienen en paro hasta que se demuestre que reinicien actividades y regrese la situación a la normalidad.
