El procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, pidió hoy al Ministerio de Defensa que aclare el retiro del general Mauricio Forero Cuervo, quien dejó el servicio activo en el marco de una investigación por presunto espionaje a periodistas por parte de los servicios de inteligencia.
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En una carta remitida al ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, Ordóñez pide «claridad» sobre la salida de Forero, quien denunció que se le pidió que se retirase por presiones del máximo líder de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko».
«De acuerdo a lo expuesto por el señor general Forero Cuervo, el comandante general de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez, le solicitó la renuncia del servicio activo debido a un ‘requerimiento de carácter político'», el cual «estaría relacionado» con «Timochenko», apunta el procurador.
Según la versión de Forero, su salida obedece a la intención de «Timochenko» de «retirarlo valiéndose de una estrategia», que a su juicio sería la investigación que el Ejército abrió en octubre de 2014 para esclarecer si los servicios de inteligencia castrenses, entonces dirigidos por el general, espiaban a periodistas.
Esas pesquisas se iniciaron cuando el Ejército colombiano descubrió una lista de correos electrónicos que incluían a funcionarios involucrados en el proceso de negociación con las Farc y hasta 119 periodistas nacionales y extranjeros.
Fuentes militares indicaron en ese momento que «se ordenó la apertura de una investigación preliminar» para verificar la composición de esta base de datos y se envió «de vacaciones» al general Forero.
Forero subrayó que la petición para que se retirase a instancias de «Timochenko» fue conocida a través de una comunicación estratégica obtenida el 26 de septiembre de 2014 por el general Martín Fernando Nieto, jefe de Inteligencia y Contrainteligencia del Comando General de las Fuerzas Militares.
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«Según la solicitud, con esta decisión el Gobierno Nacional cumpliría la petición de las FARC de castigar al brigadier general por las operaciones que él llevó a cabo en contra del grupo insurgente», apunta la Procuraduría. Por ello, Ordóñez pidió que se remita a su despacho esa comunicación estratégica y el historial de Forero para analizar la situación.
Y agregó: «sería de máxima gravedad que la continuidad de soldados y policías estuviera interferida por intereses criminales que, con la excusa de un proceso de paz, permitiera a las FARC disponer sobre la carrera de los integrantes del Ejército Nacional».
«Muy lesivo para la unidad de la Fuerza Pública y la legitimidad del mando civil y militar que los esfuerzos que se adelantan en La Habana pudieran de algún modo condicionar al Gobierno Nacional en sus decisiones respecto a qué oficiales o suboficiales continúan o no en la institución castrense», concluyó Ordóñez.
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