Colombia se mostró partidario hoy de incrementar la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) relacionada con el cambio climático de aquí al 2020, una de las resoluciones que se votarán durante la asamblea anual de la institución que se celebra en Nassau (Bahamas).
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Simón Gaviria, director general del Departamento Nacional de Planeación de Colombia y miembro de la delegación de su país en la asamblea del BID, dijo a Efe que la problemática del cambio climático y sus efectos sobre la economía de los países de la región «es de mucha importancia».
Los gobernadores del banco tienen previsto votar este domingo, en el último día de la asamblea del BID, una resolución para duplicar el volumen de financiación relacionada con el cambio climático para 2020 y pasar del 14 % que destinó en el periodo 2012-2014 a entre el 25 y el 30 % del número total de aprobaciones del banco para 2020.
«Uno tiene que intentar tratar de introducir el componente de sostenibilidad en la toma de decisiones. Nos parece razonable que esto sea gradual, empezando con un 25 %, pero con el tiempo ir aumentando el componente de sostenibilidad hasta que se entienda automático en todo», explicó Gaviria.
«Una de las cosas que uno tiene que entender es que las decisiones ambientales más importantes pasan por fuera de los ministerios de Medio Ambiente. Las toman los ministerios de Minas o Transporte o Hacienda o Agricultura», continuó.
El representante colombiano recordó como el cambio climático ha agravado El Niño y La Niña y que hace cinco años, el primero le costó a Colombia alrededor de 2 puntos de su producto interior bruto (PIB) mientras que El Niño ha puesto «en peligro la seguridad energética» de la nación por el cambio en el patrón de lluvias.
«Nuestra reflexión en ese sentido es que es un tema de verdad, es un tema que afecta la productividad agrícola del país, que afecta la actual infraestructura vulnerable a eventos especialmente de lluvia», dijo.
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Pero Gaviria también vinculó la problemática ambiental con el conflicto armado en el país.
«Por cada 1.000 hectáreas de bosque, en áreas donde no hay conflicto, la tasa de deforestación es tres veces menor a la de las áreas en las que hay conflicto. En los últimos 25 años, Colombia ha tenido una deforestación de 5 millones de hectáreas de bosque de las cuales 3 millones de hectáreas fueron en zonas de conflicto», dijo.
«Atentados a oleoductos han provocado el derrame de 4 millones de barriles de petróleo en fuentes hídricas, 16 veces la cantidad derramada en el Exxon Valdez», añadió.
«En este caso, la paz no solo nos debería traer dividendos económicos y bienestar sino debe tener asociada con ello un profundo dividendo ambiental», terminó señalando.
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