Las promesas incumplidas del Gobierno están en el centro de la jornada de protestas que el país vivió en Colombia este miércoles, y que afectó no solo a las ciudades, sino también a amplias zonas del campo en el occidente y el norte del país.
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Tanto los campesinos y agremiaciones indígenas que mantienen un paro agrario desde el lunes, como los docentes afiliados a Fecode que suspendieron actividades este miércoles, realizaron sus protestas en forma mayormente pacífica, aunque se ha registrado un importante saldo de heridos en el paro agrario (ver recuadro).
Campesinos mantienen bloqueos en el occidente del país
Las mingas indígenas y congresos campesinos que organizan el paro agrario bloquearon varias carreteras nacionales, aunque los más complejos fueron los cierres al paso de las vías Panamericana y la que comunica al Chocó con Pereira.
En la primera, indígenas mantuvieron un tercer día de protestas en el sector de Caldono, provocando una emergencia con una paciente de 94 años que debía ser trasladada del Cauca a la clínica Valle de Lilí y sufrió importantes demoras, según la Defensoría del Pueblo.
En estos mismos bloqueos en la vía Cali – Popayán se han presentado disturbios y enfrentamientos entre grupos de indígenas y el ESMAD de la Policía, lo cual fue rechazado por el ministro del Interior Juan Fernando Cristo.
«Comunidades indígenas del Cauca han acudido a vías de hecho y están saboteando el paso de la vía Panamericana pinchando vehículos y lanzando piedras. Lamentamos y rechazamos esa actitud porque el Gobierno ha estado dispuesto al diálogo», dijo Cristo, quien coordina con los gobernadores de los departamentos afectados mesas de diálogo.
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Estas mesas también se han reunido para desactivar los bloqueos intermitentes que se realizan en vías de los departamentos de Nariño, Chocó y Cesar.
Desde el pasado lunes, los indígenas y campesinos en protesta piden que se les cumpla los compromisos adquiridos en el paro de 2014, cuyos bloqueos se extendieron durante casi 15 días y dejaron sin conexión a los departamentos de Boyacá y el Eje Cafetero con el resto del país.
Docentes marcharon para pedir mejor salud
El paro de maestros de 24 horas que se realizó este miércoles en todo el país sirvió como una alerta sobre los serios problemas que tienen los más de 300 mil docentes públicos a nivel nacional, en especial con respecto al acceso de salud en el llamado «régimen especial del magisterio».
Los docentes públicos cuentan con un régimen coordinado por Fiduprevisora, que cada cuatro años renegocia con distintas EPS e IPS a nivel regional para ofrecer a los maestros beneficios como el no pago de cuotas moderadoras
Este régimen especial, según el investigador de la Universidad de los Andes y exdocente Julián Gutiérrez, buscaba atraer originalmente a más personas al magisterio en colegios públicos, pero se ha convertido en un dolor de cabeza para los docentes y sus familias, quienes, según las denuncias de Fecode, sufren de un pésimo servicio de salud.
«El servicio de salud en Bogotá es apenas aceptable, no tiene ningún beneficio con respecto al que brindan las EPS al público en general. Y en regiones es mucho peor: en muchas zonas no cuenta uno con prestadores, medicinas o acceso a citas médicas», dijo Gutiérrez a PUBLIMETRO.
Estos problemas han sido reconocidos por el propio Ministerio de Educación. El viceministro de educación preescolar, básica y media, Víctor Saavedra, reconoció que la institución trabaja con los prestadores de servicios, coordinados por Fiduprevisora, para mejorar su situación (ver recuadro).
A pesar de esto, los docentes afiliados a Fecode marcharon en varias ciudades. Durante horas la calle 26 de Bogotá, el sector de La Alpujarra en Medellín y vías céntricas de otras capitales departamentales se vieron afectadas por los bloqueos.
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