¿De la Personería de Cali a la Defensoría del Pueblo? Habla Andrés Santamaría

Durante los últimos cuatro años, la Personería Municipal de Cali se convirtió en un nuevo actor político que ganó visibilidad y gran importancia en el contexto social de la capital del Valle del Cauca.

Con informes, acciones disciplinarias en favor de los derechos de los ciudadanos, llamados de atención y recomendaciones a las autoridades, el ente del Ministerio Público se transformó en una organización dinámica, referente de los temas neurálgicos de Cali en la opinión pública.

La Personería Municipal tomó las banderas de temas como la situación de hacinamiento carcelario, los casos de feminicidio, las pandillas y las fronteras invisibles y la prestación del servicio de salud para los más vulnerables.

Detrás del vuelco que puso a la Personería en la agenda está Andrés Santamaría, un joven abogado de la Universidad Javeriana que después de estudiar una maestría Políticas Públicas en Australia y ser Defensor del Pueblo del Valle del Cauca, asumió por cuatro años el cargo de Personero Municipal de Cali.

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El próximo 29 de febrero termina su periodo. PUBLIMETRO habló en exclusiva con el funcionario sobre su gestión, las problemáticas de la ciudad y su futuro, pues, según se dice, es uno de los candidatos fuertes para reemplazar a Jorge Armando Otálora, exdefensor del Pueblo que tuvo que renunciar al cargo por el escándalo de acoso laboral y sexual del que se le acusa.

¿Cuál es el balance de estos años que usted estuvo al frente de la Personería de Cali?

Yo creo que ha sido un balance muy importante. Quedo totalmente satisfecho. Reorganizamos completamente la Personería, empezamos a construir análisis, informes, diagnósticos sobre la situación de los derechos humanos en temas de violencia, pandillas, salud, violencia contra la mujer, el tema del ruido, del agua. Todo esto permitió que se generaran una serie de recomendaciones para que las autoridades generaran unos cambios.

De alguna manera, todo eso creó una visibilidad que nunca había tenido la Personería…

Yo creo que la visibilidad viene con el trabajo. Hicimos al menos 400 pronunciamientos por año. Sobre muchos temas. Eso nos da más de 1300 pronunciamientos en el cuatrenio. Informes, se lograron hacer más de 50, tanto en el área de derechos humanos como desde el área de participación.

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Ustedes tocaron temas que eran una suerte de ‘tabú’ en la ciudad…

Sí. El tema de la construcción de informes visibilizó situaciones. Hoy, uno muy coyuntural, es el tema de violencia contra la mujer. Yo no creo que en Cali se mataran menos mujeres antes que yo llegara, no. Yo creo que siempre ha sido igual, siempre han sido altas las cifras. Lo que creo es que cuando no se consignan y no se coloca el tema en la opinión pública, pues no se visibiliza y no se genera el debate. Es decir, acá no tenemos las cifras más altas de muertes de mujeres, pues esas las tiene Medellín y Bogotá. Pero acá hemos puesto el tema en la agenda y eso ayuda a que se mire cómo se buscan soluciones.

El tema de violencia es un dolor de cabeza en Cali. Usted insistió desde que llegó al cargo sobre el tema del Plan Desarme. Ahora, las autoridades encargadas le “copian” esa idea. ¿Cómo puede esto impactar que se reduzcan los homicidios?

Nos demoramos tres años hablando en Plan Desarme. El primer elemento es colocar en la agenda pública los temas. Y tristemente acá en Colombia a veces ese proceso es muy demorado. Entonces hay que ser constante. No es gratuito que cada que había un hecho de violencia contra la mujer nosotros saliéramos a protestar y a llamar la atención. Así suene uno ‘cantaletudo’. Todavía falta mucho en el tema de violencia juvenil. Es algo que debe preocupar a la Alcaldía de Cali, por lo que deben atenderlo de manera prioritaria.

En el tema de salud ustedes también hicieron una presencia muy fuerte. Sobre todo, recibiendo quejas de problemas que tenían las personas más vulnerables de Cali con la prestación del servicio…

Nosotros salvamos vidas. Los críticos dicen que no se hizo nada. Pero el problema de la salud en Colombia es estructural. Y nosotros interpusimos 18.000 acciones judiciales, entre tutelas e intervenciones y visitas. Hicimos más de 15.000 intervenciones y más de 2000 tutelas protegiendo el derecho a la salud. ¿Cómo logramos impactar? Interviniendo en las EPS, en las IPS, asesorando a los usuarios. Defendiendo a los pacientes que no recibían atención oportuna en las salas de urgencias.

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Hubo otro tema fundamental que ustedes tocaron y pusieron en sobre la mesa, que fue el del hacinamiento carcelario…

Sí, y ganamos una tutela donde se ordenaba la descongestión. Pero desafortunadamente este problema también es estructural. La cárcel de Villahermosa tiene un hacinamiento de más del 400%. Imagínese: hay un baño para cada 200 personas y en la ciudad no hay más espacios de reclusión. Sin embargo, logramos que por primera vez el Municipio diera apoyo económico para mejorar las condiciones de los internos. Pero es insuficiente.

Y ahora usted está sonando para reemplazar a Otálora en la Defensoría del Pueblo…

Pero sonando, ¿es qué? (risas). Una cosa es “sonar” y otra cosa es que lo llame a uno el Presidente y le diga que está en la terna. Yo creo que eso es un proceso y hay que esperar.

¿Pero no lo seduce ese puesto?

El servicio público nacional en un tema interesante. Pero son suposiciones que hace la gente. Por ejemplo, las elecciones pasadas decían que iba a lanzarme a la Alcaldía… Yo esperaré. Esperemos a ver qué sucede.

¿Aceptaría? ¿O qué haría?

No, pues por ahora estoy pensando en acabar mi gestión en la Personería y continuar vinculado a Fenalper (Federación Nacional de Personeros) desde la junta directiva. Por ahora, desde marzo entraría en la lista de desempleados de este país (risas).

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