Luego de llegar a un acuerdo con la Fiscalía para dar su testimonio a cambio de una condena de ocho años de cárcel, el patrullero Giovanny Tovar aceptó que fue él quien llevó el arma de fuego para implantarla en la escena del crimen del grafitero Diego Felipe Becerra.
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Tovar comentó, en medio de la audiencia que fue el quien disparó el arma en el Humedal Córdoba para luego llevarla a donde esta Becerra y así culparlo de tenerla. El patrullero sería condenado por porte ilegal de armas si se acepta el acuerdo.
Sin embargo, la audiencia de Tovar había sido cancelada tres veces por amenazas tanto al patrullero, como a su abogado. De hecho, en noviembre del año pasado personas desconocidas ingresaron a la residencia del representante legal del sindicado, mataron a su perro y robaron documentos referentes al caso.
La abogada de la familia Becerra, Miriam Pachón, comentó que, según los hechos, si hubo una clara manipulación de la escena del crimen. Diego Felipe Becerra fue asesinado en el año 2011 abriendo uno de los capítulos más oscuros de la Policía Nacional.
PUB/LP